Otras Frutas Importantes Son el Kiwi

Otras Frutas Importantes Son el Kiwi

Según Ruchi S. Gupta, directora del Centro de Investigación de Alergias Alimentarias y Asma (Center for Food Allergy & Asthma Research, CFAAR) de la Facultad de Medicina de la Universidad Northwestern, la mejor forma de estar seguro de que una reacción adversa a un alimento es realmente una alergia es someterse a un diagnóstico médico. Según los expertos, es un momento apasionante en el campo de las alergias. En personas con alergias alimentarias, a animales, a insectos, a alérgenos del ambiente, al látex, entre otras. Además aparece frente a cosas que durante años se han tolerado perfectamente, como frutos secos, mariscos, animales, etc. Los expertos las llaman las "nueve grandes": leche, huevos, frutos secos, pescado, crustáceos, marisco, trigo, soja y sésamo. Las sensibilidades alimentarias se confunden a menudo con las alergias alimentarias. Lo que diferencia una alergia alimentaria de otras sensibilidades es una respuesta del sistema inmunitario. Es difícil determinar el número de personas con alergias alimentarias concretas, en parte porque hay muchos tipos de sensibilidades alimentarias con síntomas que imitan una reacción alérgica. Algunas personas tienen urticaria crónica (aquella que dura más de 6 meses de forma ininterrumpida) que ocurre en reacción a circunstancias particulares. El síntoma más obvio de las alergias perennes es la congestión nasal crónica.

Esto es lo que hay que saber sobre las causas de las alergias alimentarias y las nuevas investigaciones https://losmedicamentos.org/tratamiento-para-el-corazon/ que pueden ayudarnos a afrontarlas. Destacados expertos nos hablaron de las últimas investigaciones sobre alergias alimentarias y de la tecnología de vanguardia que utilizamos para combatirlas. En lugar de una píldora diaria, se trata de una inyección administrada cada dos semanas, y las primeras investigaciones muestran que los pacientes que toman el fármaco pueden tolerar una gran cantidad de un alérgeno. Food Allergy Research and Education, una organización estadounidense sin ánimo de lucro, anima a los niños a comer cacahuetes lo antes posible; las investigaciones sugieren que métodos de prevención similares son eficaces también para otras alergias alimentarias, afirma Kim. Smith Craft, de nueve años, fue fotografiada en 2018 tras participar en un ensayo clínico del fármaco de inmunoterapia oral Palforzia, que protege contra las reacciones graves a la exposición accidental a los cacahuetes.

Los efectos secundarios del fármaco incluyen dolor articular, mareos y fatiga. Por ejemplo, la intolerancia a la lactosa puede provocar dolor de estómago como una reacción alérgica, pero técnicamente es un problema del aparato digestivo y no una alergia a la leche. El objetivo del fármaco es prevenir una reacción grave en caso de exposición accidental, lo que significa que las personas que lo toman deben evitar los cacahuetes siempre que sea posible. Aprobado por la FDA en 2020, es el primer y único fármaco contra la alergia a los cacahuetes. También se están realizando ensayos clínicos para desarrollar tratamientos que puedan tratar la alergia a los cacahuetes mediante parches en la piel. Los tratamientos se dividen en dos categorías: la inmunoterapia, que crea tolerancia al alérgeno mediante pequeñas dosis, y los biológicos, que detienen el anticuerpo IgE que provoca las reacciones alérgicas. Las reacciones pueden ser algo impredecibles: un alérgeno que causó una reacción leve en el pasado podría causar una reacción más extrema en el futuro, y viceversa. La hipótesis de la higiene postula que la obsesión de la sociedad por la limpieza reduce nuestra exposición temprana a los alérgenos, por lo que es más probable que nuestro sistema inmunitario reaccione de forma exagerada ante proteínas comunes inofensivas y desencadene una reacción alérgica.

Entre los agentes que, si bien no son causantes del asma, sí pueden desencadenar una crisis asmática están: contaminantes ambientales (diésel, ozono, óxido nitroso, compuestos azufrados) que, además del riesgo de desencadenar una crisis pueden potenciar determinados alérgenos, el humo del tabaco, la inhalación de productos irritantes (lejía, amoníaco), el ejercicio físico (especialmente si se practica en ambientes fríos), algunos fármacos (betabloqueadores, aspirina, AINE). Lo que sí sabemos, afirma Kim, es que los niños son más propensos a padecer alergias si tanto su padre como su madre experimentan una desregulación inmunitaria, ya sean alergias estacionales o eccemas. Existe evidencia de que el embarazo, en sí mismo, determina mayor riesgo de complicaciones por covid-19, tanto para la mujer como para el feto; sobre todo si la mujer presenta enfermedades crónicas como obesidad, diabetes, cardiopatías, entre otras. Cuando están implicados más de uno de los cuatro sistemas (por ejemplo, cuando un paciente presenta síntomas tanto en el intestino, como vómitos, como en los pulmones, como dificultad para respirar) se habla de anafilaxia.

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